viernes, 30 de mayo de 2008

¿EXISTEN LOS VALORES UNIVERSALES?

Los valores en el mundo existen indudablemente, pero por desgracia hay mucha gente que nos ejerce los valores de la paz, la libertad, el progreso social, la igualdad de derechos y la dignidad humana consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración Universal de Derechos Humanos no son menos válidos hoy que cuando los representantes de muchos países y culturas redactaron esos documentos hace medio siglo. Y esos valores no se manifestaban en aquel momento más en la concreta conducta humana que lo que se manifiestan hoy en día. Esos grandes documentos expresaban una visión optimista, no una descripción de la realidad.
Cuando hablamos de la necesidad de preservar determinados valores humanos y éticos y, sobre todo, de transmitirlos con convicción y con firmeza a las nuevas generaciones, experimentamos a veces. En la Declaración Universal, proclamamos que "toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios".
Ahora bien, ¿a qué valores? ¿Acaso los principios que se alientan y se defienden desde una determinada frontera del pensamiento son exactamente iguales a los que se exaltan desde la vertiente opuesta? ¿Acaso no hay puntos de discrepancia y de oposición entre una ideología y otra, entre una religión y otra, entre una concepción cultural y otra? Sí, es verdad.
Pero el pluralismo y la diversidad desaparecen cuando asoman aquellos valores superiores que son los únicos compatibles con el respeto a la vida y a la dignidad de las personas.

La tradición cultural del humanismo no tendría valor alguno si no nos hubiera dejado esa enseñanza básica.
Alguien podría suponer que una lección tan alta está reservada a niveles supremos de abstracción. No es así: la historia se encarga todos los días de demostrarnos que nada referido al hombre es, en rigor, abstracto o ajeno a la realidad.
Y que aún esas enseñanzas básicas necesitan ser transmitidas y reafirmadas día tras día -en el aula, en el hogar, en los múltiples foros de la comunicación social- con fuerza redoblada, con indeclinable pasión.


EL VALOR DE IGUALDAD

La igualdad es la conformidad de una cosa con otra en naturaleza, forma, calidad o cantidad.
En cuanto a la ley: es el principio que reconoce a todos los ciudadanos capacidad para los mismos derechos, se refiere a que tienen las mismas opciones, esto es "Igualdad Social".
Por lo tanto podemos deducir que el vocablo empleado "Igualdad Social" se refiere a la asociación de seres vivos que funcionan mediante relaciones organizadas de dependencia mutua, que se llevará a cabo a través de un complejo sistema de relaciones entre individuos y grupos basado en valores simbólicos compartidos y en creencias y normas comunes.
Agrupación de hombres y culturas común son los elementos primarios de la sociedad humana.

La sociedad asegura la justicia social procurando las condiciones que permitan a las asociaciones y a los individuos obtener lo que les es debido.


El antecedente del moderno concepto de igualdad lo encontramos en el rompimiento del Antiguo Régimen, la Revolución Francesa y la Declaración de los
Derechos del Hombre, cuando se presentan las condiciones discursivas que permiten plantear las diferentes expresiones de la desigualdad como ilegítimas y antinaturales, pero es con el surgimiento del socialismo moderno que se superan las concepciones románticas y metafísicas respecto a la igualdad.


La igualdad es un valor muy importante en este tiempo, ya que sin el no abría equidad de géneros, y esto a su vez provocaría un conflicto en la sociedad entre hombres y mujeres.

La igualdad debe atacar la discriminación que hay en la sociedad.


"ENTRE LOS INDIVIDUOS COMO

ENTRE LAS NACIONES

EL RESPETO AL DERECHO

AJENO ES LA PAZ"

Benito Juárez


1 comentario:

Unknown dijo...

Te felicito por el blog me sirvio de mucha ayuda, Gracias.